A contracorriente

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Cotilleando por la web me encuentro con esta noticia de hace pocos días: "El PP valenciano distribuye entre sus cargos un argumentario para desacreditar a los docentes". La idea está clara, mantener un discurso firme afirmando que "no hay recortes" y que se apuesta por la "educación pública y de calidad". Cualquier "otra cosa" que puedan decir los docentes está "alejada de la realidad". Aunque deberíamos preguntarnos si, en dicho documento, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Lo que está claro es que cada vez más la profesión docente está más desprestigiada por parte de la administración y la política. Tildados de "vagos y quejicas", ya me gustaría a mi verlos en una clase con 35 adolescentes con sus hormonas hasta los topes. Además resulta que somos absentistas por naturaleza, ya que, según Conselleria, el 27 por ciento de los docentes falta con cierta asiduidad a su puesto de trabajo. ¡A ver si al final los que van a hacer novillos son los profesores en lugar de los alumnos! Y claro, lo único que nos preocupa, según ellos, es nuestro horario y nuestro sueldo, el cual, insisten, no se ha tocado. Ah, ¿no? y entonces ¿que le pasa a la nómina, que cada año es más corta?

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Lo que está claro es que con acciones de este tipo se pretende que la opinión pública esté en contra de los docentes. No hay nada mejor que volcar a la opinión pública en contra del colectivo docente. Claro, trabajan poco, cobran mucho y encima tienen 2 meses de vacaciones "sin pegar ni chapa". Bueno, ya no, ahora tendremos solamente un mes de vacaciones porque, última hora, los docentes valencianos trabajarán también en julio. Y digo yo: ¿no tendrá esto nada que ver con los sucesos del mes pasado en Valencia? Vosotros os manifestais, os metemos palo y encima os castigamos de cara a la pared: en julio todos a "fichar" en los centros. A ver si así os entran ganas de manifestaros la próxima vez. Me gustaría saber a qué genio se le ocurre la gran idea de llenar los centros en julio: sin dinero para pagar las facturas de la calefacción, más gastos en electricidad y aire acondicionado.

La situación es complicada porque en los tiempos que corren el pesimismo y el conformismo está muy calado . Pero, ¿vamos a dejar que en pocos meses nos arrebaten lo que las anteriores generaciones tardaron décadas en conseguir?